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viernes, 11 de octubre de 2013

consejos para superar al EGO

Siete recomendaciones para ayudarte a trascender esas arraigadas ideas del EGO:
1.- NO TE SIENTAS OFENDIDO: La conducta de los demás no es razón para quedarte inmovilizado. Lo que te ofende sólo contribuye a debilitarte. Si buscas ocasiones para sentirte ofendido, las encontrarás cada dos por tres. Es tu ego en plena acción, convenciéndote de que el mundo no debería ser como es. Por supuesto, actúa para erradicar los horrores del mundo, que emanan de la identificación masiva con el ego, pero vive en paz. Sentirte ofendido crea la misma energía destructiva que te ofendió y que lleva al ataque, al contraataque y a la guerra.
2.- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE GANAR: Al ego le encanta dividirnos entre ganadores y perdedores. Empeñarte en ganar es un método infalible para evitar el CONTACTO CONSCIENTE CON TU CORAZÓN ¿Por qué? Porque, en última instancia, es imposible ganar todo el tiempo. Siempre habrá alguien más rápido, más joven, más fuerte, más listo y con más suerte que tú, y siempre VOLVERÁS A SENTIRTE INSIGNIFICANTE Y DESPRECIABLE.
Tú no eres tus victorias. Puede que te guste la competición y que te diviertas en un mundo en el que ganar lo es todo, pero no tienes por qué estar allí con tus pensamientos. No existen perdedores en un mundo en el que todos compartimos la misma fuente de energía. Lo más que puedes decir es que en determinado día rendiste a cierto nivel en comparación con el nivel de otras personas ese mismo día.Pero hoy es otro día, y hay que tener en cuenta otros competidores y otras circunstancias. Tú sigues siendo la presencia infinita en un cuerpo que es un día una década mayor. Olvídate de la necesidad de ganar no aceptando que lo opuesto de ganar es perder. ESE ES EL MIEDO DEL EGO. Si tu cuerpo no rinde para ganar ese día, sencillamente no importa, si no te identificas exclusivamente con tu ego. Adopta el papel de observador, mira y disfrútalo todo sin necesitar ganar un trofeo. Vive en paz, irónicamente, aunque apenas lo notes, en tu vida surgirán más victorias a medida que dejes de ir tras ellas.
3.- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE TENER RAZÓN: El ego es fuente de conflictos y disensiones porque te empuja a hacer que los demás se equivoquen. Cuando eres hostil, te has desconectado con tu fuerza. El Espíritu creativo es bondadoso, cariñoso y receptivo, y está libre de ira, resentimiento y amargura. Olvidarse de la necesidad de tener siempre razón en las discusiones y las relaciones es como decirle al ego: «No soy tu esclavo. Quiero abrazar la bondad y rechazo tu necesidad de tener razón. Aún más; voy a ofrecerle a esta persona la posibilidad de que se sienta mejor diciéndole que tiene razón y darle las gracias por haberme encaminado hacia la verdad».
Cuando te olvidas de la necesidad de tener razón puedes fortalecer la conexión con la fuerza de la intención, pero ten en cuenta que el ego es un combatiente muy resuelto. He visto personas dispuestas a morir antes que dejar de tener razón. He visto cómo acababan relaciones maravillosas por la necesidad de ciertas personas de llevar siempre la razón. Te propongo que te olvides de esta necesidad impulsada por el ego parándote en medio de una discusión para preguntarte: “¿Qué quiero? ¿Ser feliz o tener razón?”. Cuando eliges el modo feliz, cariñoso y espiritual, se fortalece tu conexión con la intención. En última instancia, estos momentos expanden tu nueva conexión con la fuerza de la intención. La Fuente universal empezará a colaborar contigo en la creación de la vida que la intención quiere que lleves.
4.- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE SER SUPERIOR: La verdadera nobleza no tiene nada que ver con ser mejor que los demás. Se trata de ser mejor de lo que eras antes. Céntrate en tu crecimiento, con constante conciencia de que no hay nadie mejor que nadie en este planeta. Todos emanamos de la misma fuerza vital. Todos tenemos la misión de cumplir la esencia para la que estamos destinados, y tenemos cuanto necesitamos para cumplir ese destino. Nada de esto es posible cuando te consideras superior a los demás. No por viejo es menos cierto este dicho: Todos somos iguales ante los ojos de Dios. Olvídate de la necesidad de sentirte superior al ver a Dios revelándose en todos. No valores a los demás basándote en su aspecto, sus logros, posesiones y otros baremos impuestos por el ego. 
Cuando proyectas sentimientos de superioridad, eso es lo que te devuelven, y te lleva al resentimiento y en última instancia a sentimientos de hostilidad. El sentirse especial siempre establece comparaciones. Se produce por una carencia que se ve en el otro y que se mantiene buscando y no perdiendo de vista las carencias que puede percibir.
5.- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE TENER MÁS: El mantra del ego es más. Por mucho que logres o adquieras, tu ego insistirá en que NO ES SUFICIENTE. Te verás luchando continuamente y eliminarás la posibilidad de alcanzar la meta, pero en realidad ya la has alcanzado, y es asunto tuyo decidir cómo utilizar el momento presente de tu vida. Irónicamente, cuando dejas de necesitar más, parece como si te llegara más de lo que deseas. Como estás desapegado de esa necesidad, te resulta más fácil transmitírselo a los demás, porque te das cuenta de lo poco que necesitas para sentirte satisfecho y en paz. La Fuente universal está satisfecha de sí misma, en continua expansión y creando nueva vida, sin intentar jamás aferrarse a sus creaciones por sus recursos egoístas. Crea y se desliga. Cuando te desligas de la necesidad del ego de tener más, te unificas con la fuente. Creas, atraes lo que deseas hacia ti y te desligas, sin exigir que se te presente nada más. Si valoras todo lo que surge, aprendes la gran lección que nos dio san Francisca de Asís: «… es dar cuando recibimos». Al permitir que la abundancia fluya hasta ti y a través de ti, estableces correspondencia con la Fuente y aseguras que esa energía siga fluyendo.
6.- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE IDENTIFICARTE CON TUS LOGROS: Puede resultar un concepto difícil si piensas que tú y tus logros sois lo mismo. Dios escribe toda la música, Dios canta todas las canciones, Dios construye todos los edificios. Dios es la fuente de todos tus logros. Y ya oigo las protestas de tu ego, pero sigue sintonizado con esta idea. Todo emana de la Fuente. ¡Tú y tu Fuente sois uno y lo mismo! No eres ese cuerpo y sus logros. Eres el observador Fíjate en todo y agradece las capacidades que te han sido concedidas, la motivación para lograr cosas y las cosas que has acumulado. Cuanto menos necesites atribuirte el mérito de tus logros más conectado estarás con las siete caras de la intención, más libre serás de conseguir cosas, que te surgirán con más frecuencia. Cuando te apegas a esos logros y crees que lo estás consiguiendo tú solo es cuando abandonas la paz y la gratitud de tu Fuente.
7.- LIBÉRATE DE TU FAMA: La fama que tienes no está localizada en ti, sino en la mente de los demás y, por consiguiente, no ejerces ningún control sobre ella. Si hablas con treinta personas, tendrás treinta famas distintas. Conectarse a la intención significa ESCUCHAR LOS DICTADOS DE TU CORAZÓN y actuar basándote en lo que TU VOZ INTERIOR te dice que es tu meta aquí. Si te preocupas demasiado por cómo te van a percibir los demás, te habrás desconectado de la intención y permitido que te guíen las opiniones de los demás. Así funciona el ego. Es una ilusión que se alza entre ti y la Fuerza de la intención. No hay nada que no puedas hacer, a menos que te desconectes de la fuerza y te convenzas de que tu meta consiste en demostrarles a los demás tu superioridad y autoridad y dediques tu energía a intentar ganar una fama extraordinaria entre el ego de los demás. Haz lo que haces según la orientación de tu voz interior, siempre conectada con tu Fuente y agradecida a ella.
LIBRO: El poder de la intención.
AUTOR: Wayne W. Dyer

martes, 3 de septiembre de 2013

Ayuda a tu hijo a ser sociable

Desde que comenzamos a tener sentido de lo que sucede en el mundo comenzamos a adquirir conocimientos y con ellos empieza nuestro interminable proceso de buena conducta y relaciones interpersonales, ya estamos en el camino de la sociabilización.

La sociabilización se debe fomentar a temprana edad, el niño comienza a diferenciar entre lo buenos y los malos hábitos, entiende lo que es aceptable y rechaza lo que es repudiable, separa lo positivo de lo negativo y aprende también a comunicarse con sus compañeros y familiares.

Es en este punto de la infancia en la que los padres son un espejo para los hijos, ellos buscan el ejemplo en sus congéneres copiando o imitando sus comportamientos, incluso, muchos hermanos, primos, amigos y hasta los mismos educadores suelen servir de ejemplo a los niños en proceso de aprendizaje. Cuando el niño no tiene un ejemplo a seguir comienza a sentirse inseguro y por ello no se atreven a sociabilizar debido a la timidez, y por eso son incapaces de afrontar una relación con la sociedad.

Muchas veces se le puede sumar a esto la sobreprotección, a no poner atención a los problemas del niño, que los padres sean muy tolerantes,  permisivos, a discusiones y conflictos familiares y peor aún al divorcio de los padres.

Los niños inseguros se sienten inferiores, el miedo se apodera por completo de ellos y se bloquean definitivamente, no sociabilizan, desarrollan comportamientos y conductas autoritarias de manera de compensar sus propios miedos y llegan con esos problemas hasta la adultez.
La mala conducta interfiere en las actividades sana del niño, tanto en lo físico como en lo intelectual y con el tiempo repercute en los sentimientos, el niño cae en un estado de pesimismo que afecta su personalidad y su rendimiento.

Ayuda a tu niño a ser un adulto sano.

Los padres deben ser comunicativos tanto entre ellos como con su entorno, recuerda que el niño está alerta y estarán copiando a sus padres.

Debe haber conversaciones en donde se incluyan la intervención del niño, hay que prestarle mucha atención y no ignorar su participación.

Mantenga al niño en contacto con sus amigos, llévelo a los cumpleaños, eventos y cualquier lugar donde pueda compartir con ellos. Inscríbalo en algún equipo de futbol, en el karate, en los scouts, etc.

Cuando el niño está en contacto con sus pares se hace mas sociabilizado y mejora su conducta.


lunes, 10 de junio de 2013


LA SERPIENTE Y LA LUCIÉRNAGA

Extraído desde:

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=614791571873600&set=a.481376121881813.113626.167309886621773&type=1&theater

LA SERPIENTE Y LA LUCIÉRNAGA

Cuenta una fábula que en cierta ocasión una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía muy rápido y llena de miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir en su intento de alcanzarla.

La luciérnaga pudo huir durante el primer día, pero la serpiente no desistía, dos días y nada, al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga detuvo su agitado vuelo y le dijo a la serpiente: ¿Puedo hacerte tres preguntas?

No acostumbro conceder deseos a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar, respondió la serpiente.

Entonces dime:
¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
¡No!, contestó la serpiente.

¿Yo te hice algún mal?
¡No!, volvió a responder su cazadora.

Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
¡Porque no soporto verte brillar!, fue la última respuesta de la serpiente.

Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:

¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo?
Sencillo... porque hay algunos(as) que no soportan verte brillar.

La envidia es uno de los peores sentimientos que podemos tener.
El hecho de que envidien tus logros, tu éxito, etc., ¡que envidien verte brillar! te va a afectar en más de una ocasión, pero cuando esto pase, ¡no dejes de brillar!

Continúa siendo tú mismo(a), sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran...

¡Sigue brillando y no podrán tocarte!, porque tu luz seguirá intacta, porque siempre habrá quien te apoye, porque tu huella permanecerá, porque el recuerdo de lo que fuiste e hiciste quedará, ¡pase lo que pase! 

DESCONOCIDO

 Cuenta una fábula que en cierta ocasión una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía muy rápido y llena de miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir en su intento de alcanzarla.
 La luciérnaga pudo huir durante el primer día, pero la serpiente no desistía, dos días y nada, al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga detuvo su agitado vuelo y le dijo a la serpiente: ¿Puedo hacerte tres preguntas?

 No acostumbro conceder deseos a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar, respondió la serpiente.
 Entonces dime:
 ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
 ¡No!, contestó la serpiente.
 ¿Yo te hice algún mal?
 ¡No!, volvió a responder su cazadora.
 Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
 ¡Porque no soporto verte brillar!, fue la última respuesta de la serpiente.
 Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:
 ¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo?
 Sencillo... porque hay algunos(as) que no soportan verte brillar.
 La envidia es uno de los peores sentimientos que podemos tener.
 El hecho de que envidien tus logros, tu éxito, etc., ¡que envidien verte brillar! te va a afectar en más de una ocasión, pero cuando esto pase, ¡no dejes de brillar!
 Continúa siendo tú mismo(a), sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran...
 ¡Sigue brillando y no podrán tocarte!, porque tu luz seguirá intacta, porque siempre habrá quien te apoye, porque tu huella permanecerá, porque el recuerdo de lo que fuiste e hiciste quedará, ¡pase lo que pase!

 DESCONOCIDO

martes, 21 de mayo de 2013

LA MAESTRA DE JUAN

 El primer día de clase, la señorita Ángela, maestra del último curso de Infantil, les dijo a todos sus alumnos que a todos quería por igual. Pero eso no era del todo cierto, ya que en la primera fila se encontraba, hundido en su pupitre, Juan García, a quien la profesora Ángela conocía desde el año anterior y había observado que era un niño que no jugaba bien con los otros niños, que sus ropas estaban desaliñadas y que necesitaba constantemente de un buen aseado.
 Con el paso del tiempo, la relación entre la profesora y Juan se volvió desagradable, hasta el punto que ésta comenzó a sentir una preocupante antipatía por este alumno.

 Un día, la dirección de la escuela le pidió a la señorita Ángela revisar los expedientes anteriores de cada niño de su clase para así comprobar su evolución. Ella puso el expediente de Juan el último, dudando incluso de leerlo. Sin embargo, cuando llegó a su archivo se llevó una gran sorpresa.
 La maestra de segundo año escribía: Juan es un niño brillante con una sonrisa espontánea y sincera. Realiza sus desempeños con esmero y tiene buenos modales; es un deleite tenerlo cerca.
 Su maestra de tercer año escribió: Juan es un excelente alumno, apreciado y querido por sus compañeros, pero tiene problemas en casa debido a la tensa relación de pareja que mantienen sus padres.
 
 La maestra de cuarto año escribió: los constantes problemas en casa de Juan han provocado la separación de sus padres; su madre se ha refugiado en la bebida, y su padre apenas va a visitarle. Estas circunstancias están provocando un serio deterioro en su desempeño escolar, ya que no asiste a clase con la asiduidad y puntualidad característica, y cuando lo hace, provoca altercados con sus compañeros o se duerme.
 En ese momento, la señorita Ángela se dio cuenta del problema, y se sintió culpable y apenada, sentimiento que creció cuando al llegar las fechas navideñas, todos los alumnos le llevaron los regalos envueltos en papeles brillantes y preciosos lazos, menos Juan, quién envolvió torpemente el suyo en papel de periódico. Algunos niños comenzaron a reír cuando ella encontró dentro de esos papeles arrugados, un brazalete de piedras al que le faltaban algunas cuentas, y un frasco de perfume a medio terminar. La señorita intentó minimizar las burlas que estaba sufriendo Juan, alabando la belleza del brazalete, y echándose un poco de perfume en el cuello y las muñecas.
 Juan García se quedó ese día después de clase solo para decir: señorita Ángela, hoy oliste como cuando yo era feliz.

 Después de que todos los niños se fueran, Ángela estuvo llorando durante una larga hora. Desde ese mismo día, renunció a enseñar solo lectura, escritura y aritmética, y comenzó a introducir la enseñanza de valores, sentimientos y principios a los niños. A medida que pasaba el tiempo, Ángela empezó a tomar un especial cariño a Juan, y cuanto más trabajaba con él desde el afecto y la comprensión, más despertaba a la vida la mente de aquél chavalín desaliñado. Cuanto más lo motivaba, más rápido aprendía, cuanto más lo quería, más comprendía. Y así, de este modo, al final del año, Juan se había convertido en uno de los niños más espabilados de la clase.
 Un año después, la señorita Ángela encontró una nota de Juan debajo de la puerta de su clase contándole, que ella era la mejor maestra que había tenido en su vida.
 Pasaron 7 años antes de que recibiera otra nota de Juan. Esta vez le contaba que había terminado primaria y que había obtenido una de las calificaciones más altas de su clase, y que todavía ella era la mejor maestra que había tenido.
 
 Pasaron 7 años, y recibió otra carta. Esta vez explicándole que no importando lo difícil que se habían puesto las cosas en ocasiones, y los esfuerzos que habían tenido que realizar para sacar adelante los estudios, había permanecido en la escuela y pronto se matricularía en la Universidad, asegurándole a la señorita Ángela, que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en su vida.

 7 años más tarde recibió una carta más. En esta ocasión le explicaba que después de haber recibido su título universitario, decidió ir un poco más lejos, seguir estudiando y aprendiendo cosas nuevas. En la firma de su carta, llamaba la atención la longitud de su nombre: Dr. Juan García Corrales. En la posdata, aparecían las siguientes palabras: sigues siendo la mejor maestra que he tenido en mi vida...
 Gracias señorita Ángela por creer en mí. Muchas gracias por hacerme sentir importante y por enseñarme que yo podía marcar la diferencia. La señorita Ángela con lágrimas en los ojos, le contestó: Juan, estás equivocado. Tú fuiste quien me enseñó que yo podría marcar esa diferencia. No sabía como enseñar hasta que te conocí.
 
 
 ANÓNIMO.
 
Nunca juzgues por las apariencias, primero debes apreciar lo que hay en su corazón.
 
El_Gapppo

domingo, 12 de mayo de 2013

Bienvenidos


Desde que se tienen registros, el hombre se ha valido de innumerables artimañas para mover las grandes masas, se valen de cualquier oportunidad a la vista, usan las emociones y los sentimientos de sus victimas para manejarlas a su antojo, crean problemas a los cuales les ofrecen soluciones a muy largo plazo, se burlan de las acciones de otros lideres, usan lenguajes confusos para ofuscar a las personas, y así mucho más.

El objeto de este blog es guiarlos y liberarlos de esas situaciones donde son atrapados por los lavadores sociales de cerebros tales como los políticos, sestas religiosas, vendedores, medios de comunicación, entre otros.

Siéntanse libres de opinar sobre cualquier tema que se publiquen acá, y si lo desean, pueden ampliar mas información en nuestro foro.

domingo, 5 de mayo de 2013

Propósito de este Blog

Hola

Este blog será utilizado para todo lo referente a la sociología, política, estrategias de ventas, dominio grupales, entre otros.

Poco a poco se irán colocando diferentes temas de interés para todos, espero que los disfruten.

El_Gapppo, Luis Alberto Yendys. Todos los Derechos Reservados.

06 de Mayo de 2013.