Desde que comenzamos a tener sentido de lo que sucede en el
mundo comenzamos a adquirir conocimientos y con ellos empieza nuestro
interminable proceso de buena conducta y relaciones interpersonales, ya estamos
en el camino de la sociabilización.
La sociabilización se debe fomentar a temprana edad, el niño
comienza a diferenciar entre lo buenos y los malos hábitos, entiende lo que es
aceptable y rechaza lo que es repudiable, separa lo positivo de lo negativo y
aprende también a comunicarse con sus compañeros y familiares.
Es en este punto de la infancia en la que los padres son un
espejo para los hijos, ellos buscan el ejemplo en sus congéneres copiando o
imitando sus comportamientos, incluso, muchos hermanos, primos, amigos y hasta
los mismos educadores suelen servir de ejemplo a los niños en proceso de
aprendizaje. Cuando el niño no tiene un ejemplo a seguir comienza a sentirse
inseguro y por ello no se atreven a sociabilizar debido a la timidez, y por eso
son incapaces de afrontar una relación con la sociedad.
Muchas veces se le puede sumar a esto la sobreprotección, a
no poner atención a los problemas del niño, que los padres sean muy
tolerantes, permisivos, a discusiones y
conflictos familiares y peor aún al divorcio de los padres.
Los niños inseguros se sienten inferiores, el miedo se
apodera por completo de ellos y se bloquean definitivamente, no sociabilizan,
desarrollan comportamientos y conductas autoritarias de manera de compensar sus
propios miedos y llegan con esos problemas hasta la adultez.
La mala conducta interfiere en las actividades sana del
niño, tanto en lo físico como en lo intelectual y con el tiempo repercute en
los sentimientos, el niño cae en un estado de pesimismo que afecta su
personalidad y su rendimiento.
Ayuda a tu niño a ser un adulto sano.
Los padres deben ser comunicativos tanto entre ellos como
con su entorno, recuerda que el niño está alerta y estarán copiando a sus
padres.
Debe haber conversaciones en donde se incluyan la
intervención del niño, hay que prestarle mucha atención y no ignorar su
participación.
Mantenga al niño en contacto con sus amigos, llévelo a los
cumpleaños, eventos y cualquier lugar donde pueda compartir con ellos.
Inscríbalo en algún equipo de futbol, en el karate, en los scouts, etc.
Cuando el niño está en contacto con sus pares se hace mas
sociabilizado y mejora su conducta.